sábado, 4 de enero de 2014

EL CÍRCULO VIRTUOSO Y EL CÍRCULO VICIOSO

Como prometimos en la anterior entrada de este blog, ahora vamos a explicar qué son los círculos virtuoso y vicioso, dos términos a los que Acemoglu y Robinson dedican los capítulos 11 y 12 de su libro "¿Por qué fracasan los países?" a explicar, ilustrando su teoría, como en todo el libro, con ejemplos históricos y actuales.

Tal y como avanzamos en la entrada anterior, aquellos países que tienen instituciones inclusivas alcanzan el círculo virtuoso, mientras que los que, por contra, tienen instituciones extractivas, entran en una espiral de negatividad, conocida como círculo vicioso.

El círculo virtuoso lo alcanzan aquellos países que poseen, como hemos dicho, instituciones inclusivas. Esto supone entrar en una tendencia ascendente y próspera, es decir, encontrar un camino muy positivo. Las instituciones implantan unos métodos controladores para no caer en una involución, o lo que es lo mismo, convertirse en instituciones extractivas. Este círculo virtuoso tiene su base en: el pluralismo, el Estado de Derecho y el apoyo de instituciones políticas inclusivas a políticas económicas inclusivas.

En cuanto al círculo vicioso, se trata de la situación en la que se encuentran los países pobres, aquellos que poseen instituciones extractivas. A diferencia que los países del círculo virtuoso, estos se sitúan en una tendencia muy negativa, tanto económica, como política y, sobre todo, social, pues al final es el pueblo el que sufre las erróneas decisiones de sus dirigentes.

Una vez explicado esto, cabe preguntarnos en qué tendencia se mueven países como Italia, España o Portugal, tan afectados por la crisis. Siendo optimistas, podríamos decir que estamos sentando las bases para que, en un futuro, esperemos que cercano, se entre en un círculo virtuoso, aunque ahora estemos en una espiral de agitación e indignación social por las medidas que se están dando, tan restrictivas y aparentemente, usando términos de Acemoglu y Robinson, "viciosas" y "extractivas".

¿POR QUÉ FRACASAN LOS PAÍSES? LA TEORÍA DE DARON ACEMOGLU Y JAMES A. ROBINSON

"¿Por qué fracasan los países?" es el libro escrito por los economistas Daron Acemoglu y James A. Robinson para dar su particular y acertada respuesta a tan recurrente pregunta.
En este ensayo, los autores exponen una teoría de lo más coherente, relacionando la pobreza o la precariedad de un país con el grado de democratización e "inclusividad" que tengan sus instituciones políticas y económicas.

Toda esta palabrería viene a decirnos que la culpa del nivel de desarrollo de un país no la tiene la climatología, como defiende Jeffrey Sachs, o que depende de si la agricultura era produuctiva o improductiva habría desarrollo o no, como abogaba Jared Diamond; sino que son los dirigentes con sus decisiones, a veces acertadas y otras no, los que determinan el destino de su país.

Dentro de la teoría de Acemoglu y Robinson, observamos que diferencian entre instituciones inclusivas y extractivas. Las primeras son las "buenas" y las segundas las "malas". 
En un lenguaje más técnico, definiríamos las inclusivas como aquellas que proporcionan riqueza, generan una clase social media muy poblada y consiguen que el poder no esté concentrado en una minoría elitista. Por su parte, las extractivas son aquellas que concentran el poder y la riqueza en una minoría social. Un ejemplo de institución extractiva sería un monopolio, tan presente en Latinoamérica. Para completar la explicación de la teoría de estos dos autores, comentar que las instituciones inclusivas permiten al país entrar en el círculo virtuoso, mientras que las extractivas lo mandan al vicioso, si bien estos conceptos se aclararán en la siguiente entrada del blog.

Una vez explicada la teoría, esta puede plasmarse en la realidad. De este modo, los países "desarrollados" son aquellos en los que han existido y/o existen instituciones inclusivas, ya que estas han generado esa riqueza que les hace gozar de su status como "países del primer mundo". Sin embargo, aquellos países gobernados por tiranos, desafortunadamente, poseen instituciones extractivas. Es decir, que mientras unos van en busca del progreso y la riqueza general, otros van en busca del beneficio de los dirigentes, olvidándose de un pueblo al que mandan, con sus decisiones, a las puertas del mismísimo infierno, tanto económico, como político y social.